
18 Ago Riviera Maya mezcla de cultura y diversión.
Un nuevo viaje, una nueva aventura, pero ¿dónde ir de vacaciones esta vez?. Nos apetece días de sol, relax, cultura y diversión. Hay muchos destinos así, pero en esta ocasión nos vamos a Riviera Maya, concretamente la zona de Playa del Carmen en el estado de Quintana Roo, México. Lugar donde relajarte tomando el sol a orillas de un mar de intenso azul turquesa mientras disfrutas de unos nachos y un margarita. No tiene mala pinta, ¿verdad?Día tras día su fina arena blanca, el color de sus aguas y una continua hilera de palmeras nos deslumbran con cada amanecer.
Los paseos vespertinos hasta Playa del Carmen traen mucho ambiente a la tranquilidad de las mañanas en el hotel.El pequeño pueblo de pescadores que era antiguamente, es hoy una población en la que los restaurantes, tiendas de recuerdos y montones de turistas se suceden por todas sus calles, concretamente en la Quinta Avenida. Aquí también tienes una amplia oferta hotelera donde alojarte si no deseas la opción de un todo incluido. Además, desde su puerto sale el ferry para visitar la Isla de Cozumel, situada justo enfrente. Las noches en Playa del Carmen, están muy concurridas y animadas ya que los lugares de ocio, bares, pubs, discotecas, no faltan.
La pequeña iglesia del Carmen, nos da un aire de lo que debía ser este pueblecito, hoy auténtico icono del turismo y el que al contrario de lo que se piensa, no formó parte de la colonia española.Rivera Maya, es más que sol y playa, y los restos de la cultura maya son uno de los mayores atractivos de esta zona. Desde la impresionante Chichen Itzá, hasta las encantadoras ruinas de Coba. El ascenso y las interminables vistas que ofrecen su cima, con todo un horizonte cubierto de exuberante y virgen vegetación, un paseo en bicicleta por la zona arqueológica, la magnífica representación del juego de la pelota, completamente reconstruido y típico de la civilización maya, hacen de Coba un lugar sin excepción. El poblado de Tankah, una pequeña tirolina, comparadas con las que hicimos en Costa Rica y un más que merecido chapuzón en un cenote cercano.
Levantado sobre lo alto de un precioso acantilado, a orillas de un mar turquesa y una primorosa arena blanca, se enmarca la imagen más impresionante de Riviera Maya, el templo de Tulum. La estratégica edificación de los restos del antiguo castillo, nos dice que fue utilizado como puerto durante la época maya, en la que el interior del templo recogía el primer rayo de sol de cada día.
No te olvides el bañador para deleitarte de la playa y las ruinas de este magnífico templo desde una perspectiva diferente, ¡el agua!. Con un poco de suerte, hasta alguna tortuga marina te puede acompañar en tu inmersión.Otra de las maravillas de la naturaleza es Xel-há, donde la bajante del río llega hasta el mar. La diversión está asegurada con los descensos rápidos por el río y el snorkel por todo el recinto te dejará maravillado. Nosotros lo pasamos en grande, observando mantas raya, multitud de peces de colores, hasta una barracuda a la que no habíamos invitado y me metió el miedo en el cuerpo. Por suerte, era el final del día y ya estábamos exhaustos. El mayor imprescindible si quieres hacer esta excursión, la crema del sol. Tu espalda todo el día de cara al sol te lo agradecerá.
Es difícil aburrirse en Riviera Maya, donde no faltan las actividades a cualquier hora del día. Restos arqueológicos, actividades de aventura, acuáticas, visita a islas…, es un conjunto para todos los gustos y edades.
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