
02 Nov Pingvellir, ¡un lugar en medio de la nada!
Iniciamos rumbo hacia el Parque Nacional de Pingvellir, nuestro último punto en este viaje por Islandia.
El Parque Nacional está rodeado por 5 zonas de parking. Puedes aparcar en cualquiera de ellos. Todos de pago único y mismo ticket para cualquier tramo.
El Parque Nacional de Pingvellir, cierra el anillo del Círculo Dorado, junto a Gullfoss y Geysir.
Pingvellir es una mezcla de naturaleza e historia.
Los antiguos vikingos fundaron en esta zona el primer parlamento del mundo, el Alpingi en el año 930 d. C.
La bandera islandesa ocupa hoy el lugar del antiguo enclave del parlamento, tras ser trasladado a su capital, Reikiavik, casi 1000 años después de su creación.
Son diferentes rutas las que recorren Pingvellir. Nuestra primera parada, nos conduce por un sendero metido entre las paredes de un cañón hasta la cascada Öxarárfoss.
No es mucha la distancia que separa un punto de interés a otro, por lo que sin prisas puedes caminar y descubrir sus fisuras, miradores, el río Öxará, la cascada y Pingvallavatn, el lago más grande de Islandia.
La grieta Almannagjá es la más espectacular.
Frente a ella el río Öxará, Pingvallakirja, una de las primeras iglesias que se levantaron en Islandia y la bandera islandesa marcando el Alpingi.
El sendero que conduce a la grieta de Silfra, va por una pequeña carretera bien indicada.
Silfra es una grieta inundada por agua cristalina donde se puede realizar la actividad del buceo.
Es el punto del mundo donde te encuentras en medio de la auténtica nada. Un punto entre dos continentes que cada año se van separando un poco más.
La fisura entre dos grandes placas continentales, la norteamericana y la euroasiática. Y yo me pregunto si alguien naciese en este lugar exacto ¿a dónde pertenecería?
No nos podíamos despedir de este variopinto país, sin visitar su capital, Reikiavik.
Una ciudad de edificios modernos, coloridos, de diferente arquitectura entre sí. Ciudad animada y sorprendente a la que estoy deseando volver ¡ya!
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