
18 Ene ¿Sabes qué visitar en Bhaktapur, Nepal? ¡Te lo cuento!
Bhaktapur es una antigua ciudad medieval cercana a Katmandú, unos 30 minutos de distancia.
Por supuesto, al igual que, para acceder al centro de Katmandú, hay que abonar 15.000 NPR por persona para abrirse paso hasta el corazón de esta maravilla histórica.
Aun con parte destrozado, Bhaktapur, desprende una belleza exquisita y sus calles circulan a un ritmo mucho más sosegado.
Plaza Durbar
Los grupos de estudiantes se aglutinan en la plaza Durbar junto a ancianos jugando a antiguos entretenimientos con piedras y palos, ¡como toda la vida!
En esta misma plaza se rodó la película El Pequeño Buda, previa consulta con el Dalai Lama y la confirmación del karma del protagonista. De este modo se cercioraba si era sumamente digno y puro como para interpretar un papel tan especial.
La mayoría de los edificios están apuntalados y algunos de ellos incluso derruidos, pero aún así es una gozada pasear por sus calles.
Palacio
De pronto encontramos un señor con un pequeño búfalo, unas cabritas y alguna gallina entrando al Palacio por la Puerta de Oro, Golden Gate, frente a la estatua del rey Bhupatinova Malla, en lo alto de un monolito de piedra. Seguramente estas criaturas eran parte de su sustento alimenticio, pero las llevaba hasta el palacio para realizar una ofrenda personal.
Entramos a visitar el palacio, aunque obviamos la parte del sacrificio de los pequeños. Ni lo deseábamos ver, ni nos está autorizado el acceso a los turistas.
Las fotografías en el interior están limitadas a ciertas zonas y con vigilancia personal. Permitiéndose únicamente en el patio exterior.
Callejeando frente al palacio encontramos el Templo Pashupatinath con elementos eróticos esculpidos en el exterior que servían de distracción al pueblo más libertino.
Hay zonas donde ha empezado la reconstrucción, pero es muy lenta. Los ladrillos y vigas antiguamente tallados, todavía se acumulan por los rincones de la ciudad junto a partes que quedaron medio derruidas tras el terremoto de abril de 2015.
Plaza Taumadhi
Subimos a la pagoda Nyatapola, en la Plaza Taumadhi. Esta pagoda es la de mayor envergadura de todo Nepal y toda una superviviente a las sacudidas vividas. El escenario cambia completamente desde las alturas. Unas vistas impresionantes y relajantes de la Plaza Taumadhi. El reloj avanza y no eres consciente de la velocidad de las agujas allí sentado.
En lo alto de Nyatapola, conocí a la que yo llamo la pequeña Namub. Que abriría poco después la portada de mi trabajo final de fotografía en Nepal.
Estaba sucia, con la ropa y calzado raídos. Con una carita dulce y la cabeza rasurada. Su mirada tímida y penetrante me buscaba desafiante y el sentimiento de madre me impedía separarme de ella.
Debía tener unos 2 años y en el tiempo que compartí con ella, no abrió la boca. No había palabras, ni muecas, ni gestos, tan sólo una mirada intensa clavada en mis ojos. Estaba empezando a ser el momento más difícil que estaba viviendo en Nepal.
Pottery Square
Continuamos por Pottery Square, Plaza de la alfarería. Como su nombre bien indica, aquí se congregan la gran cantidad de viejos artesanos de Bhaktapur y exponen sus muestras en la plaza para venderlas.
Encontramos algunos alfareros trabajando en sus piezas, pero muchos de ellos se habían ido al campo a sembrar arroz, ya que la presencia del monzón se aproximaba en estas fechas y la llegada del agua es toda una celebración.
En Nepal son unos grandes artesanos; alfarería, orfebrería, talleres de pintura y muchísimas tiendas de oro y piedras preciosas. Un paseo entre sus calles te servirá para descubrir todos estos oficios y cómo hoy en día todavía se conservan.
Que aquí las mujeres son unas grandísimas trabajadoras ya lo he visto en distintas partes del país. Tiempo para la casa, cargando cestos gigantescos por las montañas, subiendo material de construcción a la estupa Swayambhunath y en Bhaktapur hasta limpiando ladrillos. ¡Toda una heroína multiservicios!
Algo representativo de la gastronomía de Bhaktapur, sus deliciosos yogures naturales, edulcorados y vendidos en tarrinas de barro. Una auténtica delicia para el paladar. ¡No te vayas sin probarlos!
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