
26 Nov Nara, una travesía entre ciervos y cultura
La primera capital permanente de Japón, fue Nara, la antigua Heijo-kyo. Su reinado fue breve, tan sólo duró 75 años antes de que se traspasase a Kioto en el año 794 donde permanecería hasta el 1868, año en que trasladó nuevamente su capital hasta Edo, actual Tokio. Aun así Nara bien merece una visita en tu viaje por Japón.Junto con Kioto, Nara, son las ciudades niponas con mayor número de lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Haciendo uso de nuestro Japan Rail Pass, cogimos el tren JR con dirección Nara desde la estación de Kioto. Poco más de media hora separa una ciudad de otra.En Nara se sembraron los cimientos de la cultura japonesa y los templos y santuarios existentes, se encuentran en muy buen estado, gracias a que no se han visto tan afectados por las guerras sufridas en el país.
Si vas a pasar un día en Nara, te recomiendo la zona de Nara Koen. En ella se localizan la mayoría de los templos y jardines. Es probablemente uno de los lugares con mayor atractivo y sin duda su papel principal lo representan los ciervos. ¡Sí, has oído bien! Andan sueltos por la calle como un japonés más, mezclándose con los turistas y pidiéndote que les compres a los señores de los puestos ambulantes, alguna de las galletitas para ciervos, shika-senbei. Son muchos los ciervos glotones que deambulan por la ciudad y si no llegan a coger alguna de las codiciadas galletas, devoran lo que lleves encima. A nosotros se nos comieron el mapa que llevaba Dani en su bolsillo. ¡Qué descarados!.
Para mí resultó toda una sorpresa, no esperaba encontrarme ciervos por la ciudad. Son aparentemente inofensivos y tienes carteles anunciando cómo comportarte con ellos. Yo fui cautelosa e hice caso a todas las advertencias, pero aun así, no pude evitar una embestida trasera. Poco después encontré el cartel que lo prevenía. ¡A buenas horas!. Hay muchos templos y santuarios importantes en Nara: el Kasuga Taisha, el tono bermellón de su escultura y el pasillo de farolillos que lo rodean lo convierten en una obligada visita; Kofuku-ji con una de las pagodas más altas de Japón, la segunda concretamente y el templo por excelencia el Todai-ji, la estructura de madera más grande del mundo. En su interior hospeda al Daibutsu, Gran Buda, una de las figuras en bronce más monumentales. Por todo el templo hay cantidad de pabellones o templos con un gran encanto como Nigatsu-do y Sangatsu-do.
¿Te apetece un paseo lleno de cultura e historia acompañado por ciervos? Esto sólo lo puedes vivir en Nara.
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