
14 Abr De escapada por Edimburgo
Todavía es de noche en Londres, cuando salgo camino del aeropuerto de Gatwick con destino Edimburgo, la capital escocesa. Siempre he tenido ganas de visitar esta ciudad y hacer un recorrido por toda Escocia, no sé si por las películas ambientadas en sus paisajes o por la época a la que transporta, así es que hoy, aunque sea una escapada de un día, voy a disfrutar del encanto de esta preciosa ciudad llena de historias y leyendas.
Llego al pequeño aeropuerto de Edimburgo, en el que por mucho que lo intentes es imposible perderte. Desde él, tienes autobuses en la misma puerta de salida con paradas en distintas zonas de la ciudad. Mi destino final, Princes Street. Esta emblemática calle divide la ciudad entre la vieja y la nueva Edimburgo, en ella se encuentra el mítico “hotel Balmoral”, donde voy a hacer una parada para comer.
La zona antigua, de aspecto medieval, está llena de cuestas, calles en curva y pequeños rincones donde puedes respirar su esencia.Mi primera sensación al ver la ciudad, fue, ¡oh, qué es gris!, sí, yo la había idealizado en mi mente con más color, pero sólo tienes que adentrarte en ella y conocer a su gente para descubrir su encanto. Su amabilidad y cercanía, es algo que percibes nada más pisar suelo escocés.
Empiezo mi ruta andando hasta subir a la colina situada al final de la Calle Princesa, allí está Calton Hill, conocida como” la Atenas del norte”. Desde esta altura tienes unas vistas fantásticas de la ciudad de Edimburgo.
Como no sabía el tiempo que me iba a llevar visitar la ciudad, decidí coger un bus turístico y llegar hasta zonas donde no podría pararme por falta de tiempo.
Una vez inspeccionada la ciudad, me aventuré por sus calles nuevamente hasta llegar a la Royal Mile, la calle más famosa de Edimburgo. Es un paseo lleno de restaurantes, pubs, tiendas, callejones, etc. La catedral de St. Giles también está ubicada en esta misma calle. Me comentan que para visitar el castillo hacen falta unas 3 horas, por lo que lo dejo para una próxima ocasión, ahora no hay tiempo. Mi autobús de vuelta para tomar el vuelo de regreso a Londres me espera.
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