
15 Nov Chiang Mai, la pequeña Bangkok.
Tras un largo camino en bus, por fin llegamos a Chiang Mai, también conocida como La Rosa del Norte o la pequeña Bangkok por ser la ciudad más grande del norte de Tailandia y la segunda tras su capital, Bangkok. Es una ciudad llena de vida, mercados, templos, vida nocturna…, puedes encontrar absolutamente de todo.
Para llegar a nuestro hotel decidimos disfrutar de nuestra primera experiencia en tuk-tuk. Nos alojamos en un guesthouse llamado Awana Sleep and Swim Guesthouse, situado en la parte antigua de Chiang Mai, cerca de la famosa puerta Tha Pae y donde montan el famoso Sunday Market. Ubicación y limpieza excelente.Una vez descargadas las mochilas y aunque es de noche ya, decidimos salir a ver un mercadito nocturno y dar un paseo antes de retirarnos a dormir. En Tailandia, tienes vida en cualquier momento del día o de la noche y los mercados, donde puedes encontrar prácticamente de todo y a unos precios irrisorios, no sin regatear, son una buena muestra de ello.
A la mañana siguiente salimos en busca del desayuno, nosotros nos quedamos justo enfrente del hotel, pero a lo largo de la calle, encuentras bares y restaurantes donde ofrecen todo tipo de desayunos.
Hoy vamos a subir al Doi Suthep, pero nuestro transporte se ha roto. La amabilidad tailandesa hace presencia en el auto de al lado, donde una pareja thai y alemán, nos invitan a subir con ellos y compartir traslado hasta el templo. ¡¡¡Gracias!!!
La carretera para acceder hasta él es un poco tortuosa, pero tras un ligero mareo, llegamos a la cima de la montaña. Ahora sólo queda subir unas cuantas escaleras…
La entrada hacia el templo te recibe con un gran pasillo de tiendas de souvenirs. Entre las cosas que puedes encontrar, verás una gran variedad de chedis, símbolo muy característico de Tailandia y un buen recuerdo de decoración.El Doi Suthep es uno de los templos más sagrados e impresionantes del norte de Thailandia. Es muy reconocible por la sombrilla que cubre la gran Chedi.
Todo el recinto que envuelve el templo, es una auténtica joya.
Por su plaza puedes ver niñas de las tribus cercanas bailando y mucha gente realizando sus diferentes ofrendas, a lo cual, Dani y yo nos sumamos.
Para la vuelta a la ciudad, el cochecito te espera en la zona de parking sin problema alguno.
Como aún es pronto y están empezando a montar el Sunday Market, mercado muy popular al que acuden muchos tailandeses y turistas a comprar, hemos aprovechado para ir a comer, ver la ciudad y visitar algunos de los templos más importantes.
Son casi las 17:00 y comenzamos a ver y a perdernos con las compras en el mercado, desde el otro lado de la puerta Tha Pae. ¡Es un mercado enorme!. Pulsera, cinturón, traje, vestidos, camisa, sombrilla, casaca…., socorro,¡ es imposible pasar sin comprar! Y eso que no soy una amante de los mercados, pero aquí es completamente irresistible.
Ya adentrada la noche y tras cenar por la plaza nuevamente, seguimos nuestro paseo por el mercado, pero ahora vamos a por un masaje de pies, el día ha sido agotador. Allí en el mismo mercado, tienen sus puestos y puedes disfrutar de uno de ellos en plena calle, para deleite de los viandantes.
Mi masaje fue tarea complicada para la pobre mujer, porque tengo tantas cosquillas que no podía mantenérmelos quietos y no paraba de decirle cosas en tailandés a su compañera, seguramente se estaría acordando de mí. Impresionante, ¡qué gusto de pies!, se nos iban solos al hotel a dormir y ya no pesaban, 100% recomendable, con cosquillas incluidas.
Ahora descansar que mañana nos vamos a Chiang Rai y el Triángulo de Oro.
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