Bukhara ruta de la seda

Bukhara, seda y caravansarais

¿Esta es la sublime ciudad de Bukhara? Sin lugar a dudas, sí, sí lo es.

Alojada en el mismo centro del casco histórico de Bukhara comienza la andadura por esta histórica ciudad de la ruta de la seda.Bukhara ruta de la seda

¿Y qué mejor forma de conocer toda esta amalgama de telares y colores, tatuados a mano que cenando en una casa tradicional, oculta entre las callejuelas que tiempos atrás acogieron a los hermanos Polo durante tres años en su larga travesía por Asia?.

Un tardío paseo por el centro, bajo el único foco lunar, para abrir boca de los encantos que me esperan en esta bella ciudad para marcar el inicio de lo que se consideraría una bonita historia de amor a primera vista.

Bukhara ruta de la seda

A mi mente vienen los cuentos de Aladdín, una ciudad elegante, sencilla en edificaciones, no tan decorada de azulejos y absolutamente bella. Pero Bukhara se reserva sus mejores prendas para un nuevo día, cuando la luz del sol destape todos los detalles de su cuerpo.

La mañana empieza en el Museo del Samanidas Ismail Samani, antiguo emir. La zona fue un antiguo cementerio, hasta la llegada de la Unión Soviética que la convirtió en un parque de atracciones.

Bukhara ruta de la seda

Un paseo hasta Chashma Ayyub, el museo de agua bendita o la Mezquita Bolo Hauz, también conocida como de las 40 columnas. Tan sólo consta de 20, pero su reflejo en el lago que la antecede multiplica ópticamente sus pilares.

Situada justo delante de la Fortaleza Ark, hasta ella bajaba el mismísimo rey para sus rezos.

Hoy  tan sólo quedan en pie algunas partes de lo que fue la Fortaleza y los casi 800 metros de la grandiosa muralla que la rodeaban.

Bukhara ruta de la seda

Entramos en la imponente plaza del barrio antiguo de Bukhara, la Plaza Poi Kalon.

En ella se disponen la Mezquita Kalon, con capacidad para 12.000 personas y un gran patio, situada cara a cara con la Madrasa Mir I Arab del S. XVI. En su puerta consta la inscripción dicha por Mahoma: “Cada musulmán y musulmana está obligado a estudiar”.

Pero el rey de la plaza es el majestuoso Minarete Kalon del S. XII,  con sus 14 relieves, escrituras y 47 metros de altura. Cuidado en detalle hasta su cumbre, es  el protagonista indiscutible de la plaza. Desde ella dio luz como faro a todos aquellos caravansarais que llegaban hasta Bukhara.

Bukhara ruta de la seda

Bukhara está llena de Mezquitas y Madrasas, como la Abdul Aziz Jan o la Madrasa de Ulugbek, pero hay otras construcciones especialmente llamativas. Las cúpulas bajo las que se esconden las tiendas de joyería, recuerdos, confecciones de seda.., así es que decidí dedicar el resto de la tarde ¡a las compras!

Camisetas, láminas pintadas a mano, manteles, maderas…, mires por donde mires hay algo interesante que comprar y para mi deleite, en plena calle los uzbecos disfrutan de sus juegos y maestrías.

Bukhara ruta de la seda

Que la amabilidad uzbeka está latente en cualquier rincón,  lo he dicho, pero lo que no esperábamos es que llegase a ciertos niveles.

Unos hospitalarios vecinos de la Plaza Poi Kalon, nos han abierto las puertas de su casa para poder fotografiar la plaza desde su terraza y así disfrutar de un mágico atardecer en la ciudad de Bukhara. ¡Sin palabras!

Día 2 en Bukhara

A las afueras de la ciudad está el Mausoleo de Bajautdin Naqshband. Centro de peregrinaje para muchos uzbekos. En su patio interior se encuentra el tronco sagrado. Un antiguo árbol, talado por los soviéticos,  al que aún hoy, sin vida, se siguen acercando los uzbecos para venerarlo ya que es símbolo de santidad.

Bukhara ruta de la sedaOtro de los lugares de visita para grupos de turistas y uzbecos, es el Palacio de verano del último Emir de Bukhara, Sitorai Makhi Khosa.

Hoy en sus jardines se entremezclan artesanos de pinturas y bronce, con los puestos de venta de recuerdos, envueltos con el perfume de las rosas de palacio.

Pero si os tengo que contar lo que me resultó de lo más curioso, me quedo con ¡el baño!

Un aseo con alfombra hasta el inodoro. Limpieza relativa, pero alfombras a mis pies. ¡Sí, señor!.

Una madrasa con cierto encanto y situada en el casco antiguo de Bukhara nuevamente, es la pequeña Chormi Nor. Madrasa con 4 minaretes y a la cual se puede ascender hasta su cúpula.

Bukhara ruta de la sedaLa Plaza Lyabi-Hauz es el centro de Bukhara y la acompañan la Madrasa Nadir Divangebi y Madrasa Kukeldash. El estanque central las distribuye junto con los restaurantes, tiendas de alrededor, incluido el burrito de Mulá Mulla Nasreddin, aquí mal llamado Sancho Panza.

Adentrándonos en el barrio judío llegamos hasta una sinagoga. Calculadora en mano y cero nociones de uzbeco por nuestra parte, hemos conseguido  entender los datos e historia de esta antigua sinagoga, que nos ha explicado un anciano de boca dorada y amplia sonrisa.

Bukhara ruta de la seda

Un poco más adelante se encuentra la fábrica de marionetas con representaciones de personajes públicos y posibilidad de personalizártela. Pequeña, pero con mucho encanto.

Un último paseo a la luz de la luna, por la que hasta ahora era la ciudad más mágica de Uzbekistán, digo era, porque nos faltaba la pequeña y fascinante Khiba a la que nos dirigimos.

 

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