
07 Nov Ayutthaya, primer contacto
Llegamos a Bangkok a las 7:00 de la mañana y tan sólo habíamos podido dormir 3 horas en todo el viaje, por lo que con la diferencia horaria, el día parecía que iba a ser duro.
Con nuestras mochilas a la espalada, nos dirigimos a la salida para tomar un taxi a Mo Chit, la terminal de donde salen los autobuses hacia Ayutthaya, antigua capital de Tailandia tras Sukhothai y punto de partida de nuestro viaje. También se puede ir en tren, es más lenta e incómoda, pero si quieres observar el paisaje, es otra opción.
Los taxis en Tailandia son una locura, de colores fluorescentes, neones…, pero nuestra primera experiencia no tuvo nada que ver con eso. De pronto, se paró en medio de la autopista de Bangkok, para llamar por teléfono porque no sabía dónde estaba la estación. ¡No me lo podía creer!, pero tras 10 minutos continuó hasta la estación de Mo Chit. Hora y media de camino en autobús hasta llegar a Ayutthaya.Desde donde te deja el autobús, que es la parte moderna de la ciudad, tienes que andar un rato hasta llegar a la zona de ruinas, templos y monumentos, que es donde radica el interés por esta antigua ciudad sagrada, declarada Patrimonio la Humanidad por la Unesco.
¿Qué ver?
Para acceder a muchas de las ruinas o templos hay que pagar entrada.
Nosotros visitamos el Wat Phra Si Sanphet, templo compuesto de chedis o campanas, tan representativas en Tailandia.
Wihaan Mongkhon Bophit, en su interior alberga la imagen de un gran Buda de bronce.
Paseando por el Wat Phra Mahathat, se puede ver la cabeza de Buda incrustada entre las raíces de un árbol. Tienes que fijarte bien, pero se encuentra fácil porque es lugar de ofrendas.
Wat Ratburana, templo de antiguas prang o torres.
Es agradable y un tanto curioso, el encontrarte con elefantes, muy bien engalanados para pasear por la ciudad, pero decidimos dejar esta excursión para otra ocasión.
La visita la hicimos bastante rápida, el calor y el cansancio estaban dejándose notar y decidimos continuar hacia Sukhothai.
También hicimos el viaje en autobús hasta allí, pero esta vez fueron 6 horas de trayecto dirección norte. El autobús tardó bastante en venir y aunque compres tu billete, si cuando llega no hay plazas no puedes subir hasta el siguiente, ya que va por orden de llegada. Efectivamente, vimos subir a gente que tenían reservado o habían llegado antes a la parada y no quedaban plazas libres. Estábamos agotados y con ganas de llegar a Sukhothai, por lo que le suplicamos junto con otra pareja de ingleses que nos dejaran subir.Finalmente lo conseguimos, a cambio de un buen trato. Podíamos montar si no nos importaba sentarnos en el suelo durante 3 horas, hasta que fuese la primera parada y bajasen pasajeros. Resultó una anécdota muy divertida ya que los otros chicos llevaban unos juegos y pasamos rápido el tiempo, es más, gente con asiento, se apuntó con nosotros a compartir el pasillo del bus y echarse unas risas.
Al llegar a Sukhothai, ya era de noche, por lo que nos fuimos directos al TRGuesthouse que nos recomendaron en la estación. Precio 250 Thb (unos 5,00 €), habitación y desayuno. Sitio limpio y familiar.
Cuando encontramos la ocasión, nos gusta alojarnos en este tipo alojamientos, ya que tienes un trato diferente con la familia y el resto de turistas que se alojan en este tipo de establecimientos.
Ahora tocaba descansar para el día siguiente disfrutar de la preciosa Sukhothai. ¿Te apetece conocerla?
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